«OTRAS NATURALEZAS»
EXPOSICIÓN COLECTIVA
Fundación Gilberto Alzate Avendaño – Sala 1
9 de mayo – 3 de junio de 2018
Una curaduría de Adrián Ibáñez Galería
«Queremos conquistar nuestro territorio por minúsculo que sea, tierras fantásticas, geografías imposibles, mundos que solo en nuestras mentes atrevidas podrían funcionar nos rodean en nuestros sueños.»
PARTICIPANTES: Camilo Bojacá / David Guarnizo / Felipe Bedoya / Gabriel Silva / Giovanni Randazzo / Hernando Velandia / Johnnatan Cano / Kindi Llajtu / María Isabel Vargas / Miler Lagos / Roberto Paramo / Silvana Fajardo
Adrián Ibáñez, curador, 2018.
Nuestra segunda naturaleza con su potencia creativa y transformadora ha generado conexiones pero también rupturas con nuestro entorno, piezas del mismo rompecabezas que no sabemos cómo armar de nuevo, o si alguna vez dicho rompecabezas tuvo sus partes completas.
Huella, memoria, cartografía, nos definimos en un contexto y somos parte del mismo, establecemos diálogo o monólogo con nuestro entorno, somos engranajes de un mismo mecanismo, extensión de nuestro interior; el lugar que habitamos cumple función de espejo que nos enfrenta a nuestra propia utopía. Abocados al cambio vivimos atados a la permanencia, nuestro constructo cultural así lo evidencia, nuestra obsesión por la huella, por el monumento, por el pasado; nuestro entorno nos confunde, nos elude, se escapa a nuestros sentidos, vivimos una realidad aparente, una virtualización de nuestros deseos.
Nuestro territorio, nuestro paisaje lo define nuestra mirada, lo que abarca nuestra mirada es virtualmente nuestra frontera, nuestro punto límite, pero es claro que esta línea invisible la dibujamos nosotros y somos nosotros quienes podemos quebrarla, anularla, hacerla flexible o eliminarla.
Queremos conquistar nuestro territorio por minúsculo que sea, tierras fantásticas, geografías imposibles, mundos que solo en nuestras mentes atrevidas podrían funcionar nos rodean en nuestros sueños.
La fenomenología de la materia, los elementos cambiantes nos invitan a entender el mundo, la naturaleza como un ente dinámico, el tiempo se presenta como eje fundamental en este trasegar de los sentidos frente a la materia, el paisaje da cuenta de ello en sus constantes cambios, en la edad del universo fue hace un pestañeo que la tierra era una sola, esa pangea única se muestra hoy dividida, fragmentada, incompleta, nuestra segunda naturaleza la habita hoy desde su disentimiento y se apropia de ella.
Recreamos naturalezas en nuestros entornos, la capturamos y la mantenemos cautiva, pero ella escapa, huye, la vida se abre paso sin tener en cuenta nuestro pavimento; de las hendijas brotan briznas que nos recuerdan que esta tierra es suya, somos solamente un mal inquilino al que cada tanto hay que asustar con una buena sacudida.